Sé que todos buscamos abundancia y felicidad, pero a veces nos cuesta encontrarlas. Deseo que mi historia te pueda ayudar a acercarte más hacia la abundancia en lugar de a la escasez.
Cuando era pequeño, como a muchos de nosotros, me tocaba jugar al conocido juego de las sillas con música
Ese juego consistía en que varios niños van dando vueltas a unas sillas hasta que la música se detiene y todos rápidamente tratan de sentarse en las sillas que quedan
He de reconocer que nunca me gustó ese juego. En aquel momento no sabía por qué. Hoy sí lo sé:
- Al principio el juego era divertido, bailando todos alrededor de las sillas
- Después lo que era un juego se acababa convirtiendo en una lucha para sentarse en una silla
- Poníamos toda nuestra atención y esfuerzo por agarrar una silla.
- Cada vez quedaban menos personas en el juego y también menos sillas.
- Los que quedábamos excluidos nos sentíamos mal, como si fuéramos peores que el resto
- Las caras de los que todavía seguían en el juego cambiaban
- Las actitudes también
- Algunos por conseguir su silla empujaban al otro o incluso hacían prácticas poco plausibles
- Al final había un ganador y muchos perdedores.
- Creo que no gané nunca
- Creo que me sentía frustrado e infeliz
Nunca me gustó ese juego, pero lo cierto es que lo jugaba hasta que un día me negué y ese día mi filosofía de vida cambió por completo:
- ¿Por qué en lugar de poner nuestra máxima atención en competir por la silla no ponemos nuestra máxima atención en traer más sillas para todos?
- ¿Por qué no intentamos un poco más ayudar y hacer felices a los que nos rodean?
- ¿Por qué no generar más colaboración en lugar de tanta competición?
Piensa en esto porque esto aumentará tu abundancia y felicidad:
¿Qué prefieres, competir por la escasez o colaborar para generar más abundancia?
Te mando muchas bendiciones para que todos podamos encontrar una ruta más abundante y feliz.
Autor
Javier Benitez